La boda de Elena y Álvaro fue una celebración hecha de detalles, en un lugar precioso y con unos novios encantadores.
La celebración empezó el día antes, cuando toda la familia quedó en el restaurante El Cenador de los Canónigos para montar la decoración del salón. Estaban allí papás, hermanos, tíos, sobrinos, amigos y por supuesto Elena y Álvaro. Entre todos llenaron de detalles el restaurante y la terraza donde se celebró la boda: fotos colgadas en las paredes, maletas que se corvitieron en meseros, mariposas con mensajes, adornos con flores secas, los niños preparando la mesa de chuches, fotos de boda de sus padres, fotos de pequeñitos de Elena y Álvaro,… Recuerdos de toda una vida en familia, como un cuento sin fin que ahora continuará también con la unión de Elena y Álvaro.
Y llegó el día de la boda, por fin pude ver el vestido de la novia de Despierta Cenicienta, ¡qué ganas!. Mientras terminaban de maquillar y peinar a la novia, era el momento para fotografiar su vestido, hecho con mucho mimo, detalles muy cuidados y en el que Elena tuvo la oportunidad de participar en la elección de las telas, los encajes y diseño. El vestido estaba hecho a su gusto y encajaba al 100 % con su estilo. Por eso resultó una novia natural, bonita y elegante. Muchas de los invitadas iban también con vestidos del mismo diseñador, no hacia falta ni decir cuáles eran, se notaba a simple vista.
Se me olvidaban los zapatos, eran de José Illana Artesanos en rosa palo, ¡una envidia!. Tanto es así que estoy pensando comprarme unos, creo que serán mis próximos zapatos de baile ¡Me encantaron!.
Después de la emotiva ceremonia en la Basílica de Covadonga, nos fuimos a hacer la sesión de pareja. Para ella siempre aconsejo a los novios un lugar cerquita del lugar de celebración para que puedan estar el mayor tiempo posible con los invitados en los aperitivos. En esta ocasión nos quedamos en los alrededores de Covadonga, visitamos la cueva y nos fuimos a los jardines, un lugar muy tranquilo donde el día antes había ido a explorar y encontré un rinconcito super romántico que bajaba a un río. Allí Elena y Álvaro pudieron disfrutar a solas ( bueno, casi, yo estaba por allí pero solo les indiqué lo imprescindible), el sonido del agua y rodeados de paraíso… fue perfecto para que se relajasen y se centrasen solo en el momentos. Como resultado unas fotos naturales con el alma de ese día y que expresan fenomenal el carácter de Elena y Álvaro. ¡Estoy muy orgullosa del reportaje!
Fue una gozada de trabajo. Muchas gracias Elena y Álvaro por elegirme para ser espectador y contar la historia de ese día tan especial en vuestra vida. ¡Un abrazo muy fuerte!
Imágenes de la preboda en familia, preparando el salón:
y estos son algunos momentos del día de la boda en los preparativos, ceremonia, sesión de pareja, aperitivos y el baile: